UN CAFÉ EN LA MESA...

Mientras observo el café en mi mesa veo cómo el vapor de agua sale de la taza hirviendo, pienso en que todos los días hago esta rutina; agua, café y periódico, pero sólo hasta hoy reflexiono sobre el vapor de agua que va desapareciendo sobre la taza.

Es como la vida diaria, me digo. "Sólo somos conscientes que tenemos uñas cuando nos duelen", dice una humilde señora que un día a la semana me ayuda en los quehaceres, luego de darse un tremendo golpe con una puerta; sabia reflexión.

Observamos poco, tomamos consciencia de lo que nos rodea muy pocas veces, casi siempre nos quejamos, casi siempre sólo pensamos en lo que nos falta, en lo que queremos tener, en lo que nos gustaría tener, no en lo que tenemos, no en lo que hemos tenido y nos ha dado tanta felicidad.

Cuando nos enfrascamos de manera automática en estos pensamientos, le quitamos espacio a la felicidad, que tanto anhelamos, que la tenemos al frente, pero que conscientemente, no vemos, no sentimos, no escuchamos. Son los pensamientos los que hacen realidades, entonces, ¿qué realidades estamos construyendo?, lo que consume nuestra mente, controla nuestra vida, dice Alexsandra Pumarejo en un artículo de El Tiempo titulado "El mágico poder del pensamiento", nada más acertado que eso, diseñamos nuestro futuro con nuestros pensamientos y, ¿qué estamos diseñando?: Quejas, problemas, inconformidades, desengaños, rabias, envidias, chismes, comentarios fuera de tono. Que tal si hacemos un ensayo, si nos convertimos en nuestro propio laboratorio y somos la caja de petri ( la mente), sembramos alegrías, actuaciones positivas hacia el otro sin esperar nada de vuelta, si nos abrimos al cambio, si trabajamos con quienes nos disgustan, si caminamos al lado del que pensamos es diferente a nosotros... a lo mejor, nuestro destino cambie y descubramos que es por ahí por donde debemos seguir.

!Qué deliciosa taza de café la de hoy!